La Comisión de Trabajo de la Cámara continúa el análisis del proyecto que crea un nuevo sistema de subsidio unificado al empleo (boletín 17641). Sus principios rectores son la inclusión proactiva y el acceso simplificado a los beneficios. En este sentido, el objetivo es fortalecer una política activa de empleo.
Además, esta política busca flexibilizar herramientas y contemplar trayectorias laborales. Aborda barreras específicas de grupos prioritarios, garantizando su protección social. Entre ellos, se encuentran las mujeres, jóvenes, mayores de 55 años y personas con discapacidad.
Propuestas y Desafíos del Subsidio
La economista Andrea Repetto, magíster en Economía de la Pontificia Universidad Católica, evaluó la propuesta. Al respecto, indicó que la norma plantea un sistema más coherente, simple y flexible, con mayor potencial de eficacia.
Sin embargo, Repetto señaló que un solo subsidio podría ser insuficiente para personas con dificultades estructurales. Asimismo, enfatizó el desconocimiento empresarial sobre los beneficios. Por lo tanto, sugirió que el Estado debe invitar activamente a las empresas a participar.
Además, subrayó la necesidad de evaluar el alcance de la iniciativa a futuro. Aspectos clave son el límite de duración de 12 meses por beneficiario y el tope para empresas grandes. Por su parte, el subsecretario del Trabajo, Pablo Chacón, mencionó ajustes en políticas laborales.
Finalmente, Chacón recalcó que estas políticas públicas deben ir acompañadas. Es decir, es esencial la intermediación, capacitación y certificación de competencias laborales para un mercado de trabajo moderno.
Beneficios y Requisitos del Sistema Unificado
El nuevo sistema de subsidio unificado de empleo creará un único subsidio laboral. Así, este reemplazará al Subsidio al Empleo Joven, el Bono al Trabajo de la Mujer y el Subsidio Previsional para Trabajadores Jóvenes.
El beneficio se orienta a jóvenes, mujeres, personas mayores de 55 años y personas con discapacidad. Cabe destacar que el esquema de pagos priorizará a empresas de menor tamaño, con un máximo de 200 beneficios por empleador.
Los pagos serán diferenciados y escalonados para incentivar la contratación y retención formal. De igual forma, los trabajadores independientes de grupos prioritarios también podrán acceder, con una renta laboral específica.
El subsidio es hasta el 20% de la remuneración bruta mensual (no menos del 10%). En total, empleador y trabajador recibirán hasta el 30% para el grupo prioritario. El monto podría alcanzar $185.150.
La solicitud podrá ser realizada directamente por el trabajador o la empresa. En cuanto a los requisitos generales, se debe acreditar una renta bruta mensual menor o igual a 2.25 Ingresos Mínimos Mensuales. Asimismo, se exige al menos seis meses de desempleo o un nivel de vulnerabilidad socioeconómica específico.
Fuente: camara.cl
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