El Tribunal Supremo afirma que un cuchillo es siempre una herramienta peligrosa, independientemente de sus características específicas. [TOL9.905.974]
Recientemente, el Supremo se ha pronunciado respecto a la consideración de un cuchillo como una herramienta peligrosa, a efectos de tenerlo en cuenta como tal para su consideración en un caso delictivo. Esto significa que no es necesario detallar las especificidades del arma para condenar a un individuo por robo con violencia e intimidación cuando se utiliza un cuchillo en el delito.
Ampliando el concepto de arma
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo recalca que el concepto de arma no se limita a la definición establecida en el Reglamento de Armas. Más bien, se extiende a cualquier instrumento capaz de infligir daño o amenazar la vida, la salud o la integridad física de otros.
Según la jurisprudencia del Supremo, «semánticamente la palabra cuchillo queda remitida al instrumento que tenga «hoja de hierro acerado y de un corte sólo, con mango de metal, madera u otra cosa»».
También se define a las armas «como una especie de los instrumentos peligrosos, que se caracterizan por aumentar la capacidad agresiva del autor. Este concepto de arma no va acompañado de ninguna nota cuantitativa referida a la magnitud del peligro que de ella se puede deriva».
El tribunal llega a esta conclusión al revisar un caso en el que un individuo fue condenado por robo con violencia e intimidación utilizando un cuchillo. El incidente ocurrió en una gasolinera en Valls, donde el acusado amenazó a la dependienta con un cuchillo para obtener dinero.
El paso por los tribunales
Inicialmente, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña redujo la pena del acusado al no describir las características del cuchillo. El Tribunal Supremo revocó esta decisión. Afirma que, en ciertos casos, la propia denominación del arma es suficiente para demostrar su peligrosidad, como en el caso de un cuchillo.
Los magistrados sostienen que el cuchillo utilizado en el robo cumplió el propósito de intimidar a la víctima, lo que demuestra su peligrosidad inherente. Señala así que «un cuchillo es un arma blanca que tiene una hoja cortante y que es objetivamente peligrosa, al margen de sus concretas características. Sirvió para intimidar al sujeto pasivo, que no se limitó a amenazas verbales o gestuales, sino que utilizó el arma lo que denota una mayor antijuridicidad de su conducta, justificativa de la agravación pretendida por el Ministerio Público».
Por lo tanto, confirman la condena del acusado por robo con violencia e intimidación, enfatizando en la gravedad de utilizar un arma en un delito.