El Tribunal General de la Unión Europea ha precisado el ámbito de aplicación de la coordinación regional obligatoria en materia de seguridad operativa de las redes de transporte de electricidad. La cuestión surge a partir de la adopción de la metodología ROSC por parte de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación de los Reguladores de la Energía en 2020. Esta metodología define las medidas correctoras que deben tomarse para garantizar la seguridad operativa de las redes con incidencia transfronteriza.
Metodología ROSC y su aprobación
La metodología ROSC es un documento que identifica los riesgos operativos de las redes eléctricas regionales. Además, establece procedimientos para coordinar, validar y ejecutar las medidas correctoras correspondientes. Esta metodología debe ser elaborada por los gestores de redes de transporte (GRT) y aprobada por las autoridades reguladoras nacionales. En caso de desacuerdo o si las ARN lo solicitan, la ACER tiene la facultad de tomar la decisión final.
En 2020, ante la falta de acuerdo entre los GRT y las ARN de la región Core, que incluye varios países de Europa central, la ACER adoptó la metodología ROSC. Polskie sieci elektroenergetyczne S.A., el GRT de Polonia, solicitó la anulación de dicha resolución ante el Tribunal General. Argumentaron que la metodología otorgaba un ámbito demasiado amplio a las medidas correctoras, lo que afectaba su capacidad de gestionar la red de forma autónoma.
Decisión del Tribunal General
El Tribunal General desestimó la demanda polaca, sosteniendo que la ACER actuó dentro de sus competencias legales al modificar la propuesta de los GRT. La decisión se enmarca en las facultades de la agencia para asegurar una adecuada coordinación transfronteriza, especialmente en redes interconectadas de alta complejidad como las de la región Core.
El Tribunal también señaló que la metodología ROSC no priva a los GRT de su capacidad para gestionar sus redes, sino que permite mantener opciones para garantizar su seguridad operativa. Además, indicó que las medidas correctoras para redes con tensión superior a 220 kV tienen una incidencia transfronteriza significativa. Esto justifica su inclusión bajo la coordinación regional.
Coordinación regional obligatoria en redes eléctricas
El fallo reafirma que la ACER puede intervenir en la adopción de metodologías de seguridad operativa cuando los reguladores nacionales no logran un consenso. También subraya la importancia del principio de solidaridad energética en la política de la Unión, recordando que las medidas coordinadas pueden generar ciertos costos para los Estados miembros, pero son necesarias para la estabilidad del mercado eléctrico europeo.